ICUs have adapted pre-pandemic infection control measures to better protect healthcare workers.

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Control de infecciones en las UCI: Lo que nos enseñó el COVID-19

La propia naturaleza del trabajo sanitario pone a personal de enfermería de cuidados intensivos, médicos, terapeutas y otras personas en contacto directo con individuos infectados. La pandemia del COVID-19 ha supuesto una sobrecarga significativa para los trabajadores de cuidados intensivos, y las estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades1 muestran que el 6% de las personas hospitalizadas con COVID-19 eran trabajadores de la salud. Además, BMJ2 informa de que los trabajadores sanitarios pueden tener hasta siete veces más probabilidades de desarrollar síntomas graves de COVID-19 en comparación con los trabajadores de otras profesiones.

La mejora de las medidas de control de infecciones en las UCI es fundamental para reducir las muertes por COVID-19. A medida que los directores de enfermería continúan trabajando con otros proveedores de atención sanitaria para mitigar el riesgo, las lecciones del año pasado se pueden implementar para ayudar a mantener la seguridad de los trabajadores y los pacientes. Y no sólo de COVID-19: se pueden utilizar nuevos y mejores procedimientos de control de la infección para ayudar a mitigar el riesgo de todas las enfermedades infecciosas, ahora y en el futuro.

Para bloquear eficazmente la transmisión de enfermedades infecciosas en los entornos de las UCI es necesario fusionar varias estrategias de control de infecciones pre y peripandémicas.

Modificación del Equipo de Protección Personal

Al principio de la pandemia, el personal de enfermería de cuidados intensivos en la cabecera del enfermo identificó rápidamente la necesidad de mejorar el Equipo de Protección Personal (EPP). Las protecciones avanzadas ya eran habituales durante los cuidados intensivos rutinarios, pero estas medidas de protección se complementaban en gran medida con EPP adicionales diseñados para un solo uso.

Los ejemplos de uso de EPP adicionales varían según las políticas de cada centro sanitario. En un estudio publicado en Critical Care3 se describe cómo algunas administraciones exigen que el personal lleve máscaras desechables sobre los respiradores N95. En otros casos, se deben usar protectores faciales además de las gafas para ayudar a prevenir el contacto con las gotas en el aire que contienen COVID-19. En los hospitales en los que se aplicaron estas precauciones adicionales de EPP, las tasas de infección por COVID-19 entre los trabajadores sanitarios disminuyeron considerablemente. Estas lecciones también podrían utilizarse en otros brotes virales, dependiendo de la naturaleza del virus.

A la hora de determinar si estos procedimientos son apropiados, los responsables del personal de enfermería también deben valorar la necesidad de una capacitación adicional del personal para colocarse y quitarse todo el equipo. Podría ser necesario desarrollar nuevas secuencias de colocación y extracción de los EPP para los miembros del personal de cuidados intensivos, con el fin de ayudar a prevenir los eventos adversos resultantes de un uso inadecuado.

Descontaminación de los EPP desechables

En los primeros días de la pandemia, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA)4  rrecomendó estrategias de capacidad de crisis5 que incluían la descontaminación de los respiradores desechables para ayudar a contrarrestar los problemas de la cadena de suministro. Se han desarrollado múltiples sistemas de descontaminación para proporcionar a los trabajadores sanitarios las mascarillas N95, y un estudio publicado en PLOS ONE6 muestra que la mayoría de los tipos de procedimientos de descontaminación, como el autoclave, eliminan totalmente las muestras de virus viables de las máscaras. Pero estos procedimientos también pueden disminuir la integridad estructural del respirador después de varias rondas de descontaminación e interferir con la capacidad de la máscara para formar un sello adecuado contra la cara del usuario.

Afortunadamente, las empresas han aumentado la producción de respiradores para su uso en las UCI. La FDA7 ahora recomienda que los respiradores descontaminados sólo se utilicen de forma limitada cuando no haya disponibles otros respiradores con pieza facial filtrante (FFR).

 

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Zonas de amortiguación y salas de aislamiento

El mismo estudio en Critical Care describe la creación y el uso de zonas de amortiguación específicas destinadas a aislar la contaminación por COVID-19. Antes de entrar en cualquier área de atención al paciente, los miembros del personal se ponían todos los equipos de protección en las áreas limpias designadas. Después de realizar los cuidados intensivos, el personal se quitaba los EPP en un área de amortiguación situada cerca de la zona de atención al paciente. Una segunda zona de amortiguación sirvió de transición entre ésta y la zona limpia, permitiendo al personal quitarse primero todo el EPP restante y llevar a cabo medidas de higiene personal antes de volver a entrar en las zonas normales de trabajo. Estas zonas de aislamiento ayudaron a mitigar la transmisión del COVID-19 entre los miembros del personal de enfermería y podrían utilizarse en el futuro como precaución contra los virus altamente infecciosos.

Recolección de muestras

Algunas evidencias sugieren que el COVID-19 se puede encontrar no sólo en muestras respiratorias sino también en muestras de suero, saliva, orina y heces, según el Centro de Medicina Basada en Evidencias8. Por ello, es necesario manipular y procesar las muestras utilizando prácticas avanzadas de control de infecciones.

El Indian Journal of Critical Care Medicine9 señala que los procedimientos de recolección y conservación de muestras se pueden modificar para mejorar la protección del personal sanitario y de los pacientes. Tras la recolección de cualquier muestra de un paciente con COVID-19, el personal debe colocar los medios de transporte del virus en un embalaje triple y entregar inmediatamente la muestra al laboratorio. Durante la recolección y el transporte de las muestras se debe usar un EPP adicional para evitar la exposición al virus. Aunque este estudio se centra en el COVID-19, estos métodos también se podrían utilizar para cualquier muestra que contenga grandes cantidades de virus o bacterias infecciosas.

Es probable que las medidas de control de la infección en la UCI sigan evolucionando a medida que los médicos aprendan más sobre enfermedades contagiosas como el COVID-19. Sin embargo, es importante que los líderes del personal de enfermería y otros continúen revisando la evidencia actual para determinar las mejores prácticas para la prevención de infecciones entre los trabajadores de la salud.

 

Referencias:

1 https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/69/wr/mm6943e3.htm

2 https://www.bmj.com/company/newsroom/healthcare-workers-7-times-as-likely-to-have-severe-covid-19-as-other-workers/

3 https://ccforum.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13054-020-03076-1

4 https://www.fda.gov/medical-devices/coronavirus-disease-2019-covid-19-emergency-use-authorizations-medical-devices/decontamination-system-euas-personal-protective-equipment

5 https://www.gehealthcare.com/article/solving-access-to-critical-care-we%E2%80%99re-virtually-there

6 https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0243965

7 https://www.fda.gov/medical-devices/letters-health-care-providers/fda-recommends-transition-use-decontaminated-disposable-respirators-letter-health-care-personnel-and

8 https://www.cebm.net/study/viable-sars-cov-2-in-saliva-urine-and-stool-from-covid-19-patients/

9 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7724928/